AJEDREZ:
El ajedrez es un juego que tiene diversidad de matices. Por un lado es un juego de salón, el cual puede entretener a niños y adultos y su característica principal es que su triunfo se obtiene mediante la lógica y no gracias al azar, lo que ocurre en la mayoría de los juegos.
Es por eso que el ajedrez nos enseña a “pensar jugando” y nos hace responsables de nuestras propias decisiones.
Para su enseñanza se hace necesario sostener un enfoque didáctico del juego que considera tres perspectivas:
- El Juego por el Juego Mismo, como actividad recreativa y placentera.
- El Juego como medio de desarrollo del pensamiento táctico, de las capacidades lógico-motrices, la resolución de problemas y como escuela de toma de decisiones.
- El Juego como medio de socialización, mediante el cual se despliegan las capacidades sociales y relacionales que permiten la incorporación de normas, reglas, el desarrollo de la solidaridad, la cooperación, el respeto por el otro y la ejercitación de su responsabilidad y los vínculos con los demás.
Es conveniente tener en cuenta los objetivos que nos deciden a utilizar el ajedrez como un elemento útil en el aula. Éstos abarcan los diferentes planos de la persona: lo cognoscitivo (la atención, el razonamiento, la memoria y la creatividad), lo psicológico (el carácter), lo volitivo (la independencia) y lo social.
- La atención: imprescindible para jugar. El tablero y sus piezas obligan al alumno a concentrarse en lo que ve, y en lo que puede pasar. Los alumnos dispersos encuentran en el ajedrez un entrenamiento propicio para su atención.
- La memoria: la cual no se limita a recordar el movimiento de las piezas y las reglas básicas. A medida que se mejora en la práctica todo jugador aprende sobre la base de la experiencia. De lo ocurrido en las partidas anteriores. La memoria permite que el alumno no empiece desde cero cada partida sino que ya tenga incorporado un importante bagaje que le ayudará a mejorar su rendimiento.
- El razonamiento: fundamental en el ajedrez. El análisis, la evaluación de ideas, la comparación, la adaptación de estrategias, la valoración, etcétera. Son parte intrínseca del juego. Cuanto más se logren agilizar los mecanismos que forman parte de un razonamiento eficaz, mayores serán los progresos del jugador tanto en el ajedrez como en otras áreas del saber.
- La creatividad: generalmente las personas que no saben jugar ajedrez lo consideran un juego lógico y punto. Se encuentran muy lejos de la realidad. Cada jugador debe utilizar en las partidas todo su potencial creativo buscando siempre nuevas alternativas. Consideremos que el principiante que no conoce la teoría del juego crea en cada movimiento, elige un camino, le da vida a sus piezas. En el ajedrez no siempre dos más dos es cuatro. Sin la creatividad del hombre el juego hubiese desaparecido hace ya algunos años.
- El carácter: imprescindible para jugar a algo y progresar. Todo jugador se compromete con el juego y pone todo de sí en el mismo. El jugar implica ganar y perder, forjar el temperamento para recuperarse de las derrotas y sacar provecho de ellas. Los chicos que no se comprometen con un juego estarán perdiendo una interesante oportunidad para formarse como mejores personas.
- La independencia: como juego individual, el ajedrez vuelve al jugador protagonista y responsable de sus actos. Las decisiones son continuas así como la aceptación de las consecuencias que traen. Es vital el desarrollar en los alumnos la confianza en sus decisiones como parte del desarrollo de su autoestima.
- La socialización: ya que si bien es un juego individual, es necesario un compañero con quien no sólo se compite sino que también se conoce y con quien puede establecerse un lazo de amistad. También existe una gran cantidad de personas ligadas con el “mundo del ajedrez” con quienes relacionarse e interactuar. Esto se ve en los niños que forman un grupo de amistades que tienen en común el jugar ajedrez y con quienes se encuentran en torneos u otras actividades similares.
Es nuestra intención que los alumnos y las alumnas:
· Aprendan a convivir; estimulando la participación en proyectos comunes.
· Respeten ideas diferentes de otras personas.
· Aprendan a ser personas íntegras basadas en valores.
· Aprendan a aprender, desarrollando la concentración, la memoria y el pensamiento.
Con la introducción de este juego se pretende tanto el crecimiento intelectual como social: La solidaridad, el respeto por el oponente, el crecimiento de la autoestima, el orden, la autocrítica, la constancia y la agilidad mental.
Esta propuesta intenta fortalecer y mejorar la calidad educativa de nuestros alumnos y alumnas.
SON NUESTROS OBJETIVOS:
Utilizar estrategias de enseñanza que permitan a los alumnos/as construir la lógica del ajedrez, comprender los componentes de su estructura, lograr un aprendizaje significativo de sus tácticas, técnicas y reglas, que les permitirá realizar experiencias que los impliquen desde sus distintas potencialidades
- Desarrollar la capacidad de concentración mejorando la atención.
- Respetar reglas de juegos, interrelaciones sociales en el ámbito escolar.
- Mejorar a través del juego las serias dificultades de convivencia que se manifiestan en el seno de la comunidad.
- Aprender, a través del ajedrez a resolver nuevas situaciones problemáticas de la vida cotidiana.
- Afianzar la autoestima, la iniciativa personal y el sentido crítico.
Es un desafío, pero vale la pena intentarlo… ¡Hay que animarse!